Dos estudios diferentes contradicen la correlación entre el cobre y la demencia. Un estudio realizado en EE.UU. en los ratones llegó a la conclusión de que un exceso de cobre libre en la sangre favorecería la acumulación de beta-amiloide en el cerebro, responsables de la enfermedad Alzheimer. Rashid Deane, autor principal del estudio en Estados Unidos, explica que en las placas amiloides característicos de la enfermedad de Alzheimer hay una gran cantidad de este metal. Un estudio de la Universidad Inglés de Keele publicado en febrero en la revista Nature, llega a una conclusión que es diametralmente opuesta, es decir que una reducción en el nivel de cobre en el cerebro puede facilitar el depósito de beta-amiloide en forma de placas seniles en Alzheimer. Los investigadores analizaron 60 cerebros de personas fallecidas que sufrian de la enfermedad de Alzheimer: en todos resultó en una menor cantidad de cobre en comparación a la presente en el cerebro de los individuos sanos.

Lo que es seguro es que el cobre en forma libre en la sangre es altamente tóxico para el estrés oxidativo que causa.